Al responsable del incendio ocurrido ayer en un vagón del
metro le espera una segura condena que oscila entre 30 a 40 años de cárcel, conforme
lo dispone la Ley 267-08 sobre Terrorismo, la cual crea, además, el Comité Nacional Antiterrorista y la Dirección
Nacional Antiterrorista.
Mientras, los investigadores centraron la investigación hoy
en determinar si los hechos del viernes en la cárceles de Najayo y La Victoria guardan
relación con el ocurrido ayer en un vagón del metro, en donde resultaron con
quemaduras de consideración más de 30 pasajeros.
Al responsable del incendio en el vagón del metro, la ley 267-08
le garantiza una condena mínima de 30 años, que podría llegar hasta los 40,
dependiendo de los daños y agravantes.
Dicha ley, de poco conocimiento en el país, se encuentra en
vigencia luego de que fuera promulgada por el entonces presidente Leonel
Fernández, el 4 de julio del 2008.
El establecimiento de dicha pena está establecido en el
artículo 7 de cita ley, el cual establece que: “Atentados con bombas,
sustancias peligrosas y otros medios e instrumentos. Serán sancionados con
penas de treinta (30) a cuarenta 40) años de reclusión todo aquel que cometa un
acto de terrorismo consistente en detonar, explotar, esparcir, arrojar, colocar,
o diseminar por cualquier medio o procedimiento, armas, dispositivos,
artefactos, sustancias o materiales de alto poder explosivo, compuestos químicos,
biológicos o radioactivos, susceptibles de provocar muertes, heridas, lesiones,
o estragos materiales de consideración, en establecimientos de uso público, y establecimientos
privados”.
El causante del incendio era buscado activamente esta mañana
por tropas de la Policía Nacional, luego de que la Oficina para el
Reordenamiento del Transporte (OPRET) identificara a través de un video.
El subdirector de la institución, Leonel Carrasco, distribuyó
anoche la fotografía de dicho joven de tez clara, que aparece sin camisa y de
quien aseguró que es el presunto responsable de causar el siniestro dentro del
tren.
De acuerdo a la versión de Carrasco, el joven abordó el tren
en la estación Ramón Cáceres de la avenida Duarte, y cuando la operadora cerró las puertas y lo
puso en marcha, tomó una caja de fósforo y le pegó fuego a la mochila que
llevaba en sus espaldas, la cual tenía algún tipo de material inflamable.
“Al momento del ataque, ese tren se encontraba en un 75 por
ciento de su capacidad máxima. Llevaba una cantidad estimada de pasajeros que
oscilaba entre 450 a 500 y por eso podemos decir que ese sujeto atentó contra
la vida de esas personas”, manifestó el funcionario de la OPRET.
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